Susana Sánchez Castro, profesora de la Universidad de Oviedo, nos habla sobre la relevancia de incorporar la metodología del Aprendizaje-Servicio en las aulas y su impacto en los ODS
¡Hola! Soy Susana Sánchez, profesora del Departamento de Sociología de la Universidad de Oviedo. Hoy quiero hacer una reflexión acerca de la metodología educativa del Aprendizaje Servicio (ApS), la que considero clave para desarrollar nuestra labor educativa dentro del marco global en el que nos encontramos, el cual tiene una elevada complejidad y se encuentra condicionado por grandes desafíos sociales, ambientales, políticos y económicos. Estos desafíos deben tenerse presentes en las aulas y es nuestra responsabilidad contribuir a darles respuesta.
El ApS va más allá de la simple transmisión de conocimientos en el aula. Nos brinda la oportunidad única de conectar el aprendizaje académico con la acción social, involucrando a nuestro alumnado en proyectos significativos que abordan desafíos reales en nuestras comunidades. Esta conexión entre teoría y práctica no solo enriquece la experiencia educativa, sino que también fomenta un sentido de responsabilidad cívica y compromiso social.
El ApS no solo enriquece la experiencia educativa, sino que también contribuye de manera significativa a la consecución de los ODS y a la construcción de un mundo más justo, equitativo y sostenible para todos y todas
Al integrar el ApS en nuestra enseñanza, estamos contribuyendo directamente a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos en la Agenda 2030 de las Naciones Unidas. Cada proyecto de ApS puede alinearse con uno o varios de estos objetivos, desde la erradicación de la pobreza hasta la promoción de la igualdad de género o la acción climática. Por ejemplo, un proyecto que aborde la seguridad alimentaria en nuestra comunidad local puede contribuir al ODS 2 (Hambre Cero), mientras que otro centrado en la inclusión educativa podría apoyar el ODS 4 (Educación de Calidad).
Además, el ApS promueve un enfoque holístico del aprendizaje, que no solo se centra en el desarrollo académico, sino también en el crecimiento personal y la formación de una ciudadanía activa y comprometida. Los y las estudiantes que participan en proyectos de ApS desarrollan habilidades de liderazgo, trabajo en equipo y empatía, que son esenciales para abordar los desafíos complejos y multifacéticos que enfrenta nuestra sociedad.
En resumen, el ApS no solo enriquece la experiencia educativa, sino que también contribuye de manera significativa a la consecución de los ODS y a la construcción de un mundo más justo, equitativo y sostenible para todos y todas.